Matematicas musicales
- Bueno niños, hoy vamos a tener una prueba diferente. Os voy a escribir un número en la pizarra y vosotros, a través de una canción, tendréis que hacer una suma y darme el resultado escrito en la pizarra. ¿Queda claro? - pregunta la profesora.
- "Sííííííí" - contestan todos.
Jaimito piensa:
- "Se me está poniendo difícil esta situación".
- A ver Luisito, pase usted.
La maestra escribe el número 16 en la pizarra.
- Tienes 10 segundos para contestar, comienza el tiempo
- Señorita, lo tengo: 2 y 2 son 4, 4 y 2 son 6, 6 y 2 son 8 y 8, 16.
- ¡Muy bien! - dice la profesora. Le toca el turno a Jaimito y la profesora con una sonrisota y cara de sobrada piensa: "Ahora sí que te voy a joder", y le escribe el 23 en la pizarra.
A los 9 segundos Jaimito dice:
- Señorita, ¿puedo rapear?
- ¿Rapear? - pregunta la profesora.
Y los demás niños empiezan:
- ¡Que rapee! ¡Que rapee! ¡Que rapee!
- Bien - dice la profesora.
Y comienza Jaimito su melodía...
- La fuckingprofesora me intenta joder ... con una sumatoria que debo resolver. Los dedos de mis manos, los dedos de mis pies, la polla y los cojones... ¡¡¡Suman veintitrés!!!
Abanicador
- Verá doctor, tengo un problema. Cuando hago el amor con mi mujer, me da la impresión de que no siente nada. Algunas veces incluso se duerme.
- Eso tiene una explicación científica. Algunas mujeres en estado de excitación se acaloran tanto que les es imposible sentir nada. Trate de hacer el amor y abanicarla al mismo tiempo.
- Gracias doctor.
Y esa noche así lo hizo. Pero cuando atendía al abanico no atendía a lo otro. Así que contrató a un negro para que abanicase a su señora.
- Venga, negro, abanica. ¿Sientes ahora Maruja?.
- No, nada.
- ¡Más fuerte negro! ¿Y ahora, Maruja?
- Nada, nada.
- Negro, trae el abanico y ponte tú.
El negro se situa encima de Maruja y el marido abanicaba.
- ¿Y ahora Maruja? ¿Sientes?
- Siiiiiiií, siiiiiiiiiií, ahora siiiiiiií!
- ¿Ves negro? ¡No sabes ni abanicar!